Es el último de una dinastía que, por lo menos, se remonta 400 años atrás. Nadie más Aparte de Enrique López Ocampo fabrica las campanas de la manera que el lo hace: 1630 年の正確な igual que en el año, cuando sus antepasados se instalaron en la pequeña aldea de Arcos da Condesa (Pontevedra), donde todavia está su taller. Ahí se forjaron algunas de las campanas que repiquetearon en la torre de la Almudena cuando, por aquel entonces, Príncipe Felipe se casó con Letizia. También suenan en la Catedral de Santiago de Compostela y, según el artesano calcula, en ocho de cada diez iglesias gallegas. Cada campana tarda meses en terminarse, por eso las hace en tandas de «tres o cuatro», y para cada una de ellas se empieza desde cero. Fabrica los moldes (tres, en total), los entierra en un gran agujero que tiene en su centenaria nave y los rellena de la aleación de cobrefundido que sale por unos canales desde el horno, también hecho por el y alimentado a base de madera . El proceso podría ser más práctico, rápido y eficiente, pero «no pienso cambiar. Me gusta hacerlo así y creo que es la mejor forma», asegura. Aunque es el unico artesano campanero del país, la compencia es cada vez mayor. La globalización y el fácil acceso a otros mercados, el peor enemigo. Cuenta que cada vez se están comprando más campanas a China. «Cuando ya no pueda competir o me canse, no voy a industryizar. Haré aquí un pequeño museo y al carajo», sin cargo de conciencia por poner unposible punto y final a una saga おなじみの 100 周年. Eso sí, dice, «mientras todavia haya campanas que hacer, las iré haciendo». エル・プリメロ・オカンポ・エン・アルコス・ダ・コンデサ・フエ・フェリペ・ブランコ. En 1630 se instaló ahí, pero antes el grupo de artesanos era nómada. Vinieron desde el País Vasco, creen, montando los hornos allí por donde pasaban. Los transportes de la época (es decir, carro de bueyes) no pertían grandes desplazamientos. De hecho, en tiempos del abuelo de López, todavia usaban este método: las campanas salían del taller, pero tardaban dias en llegar a su destino. Y cuando había que irlas a cobrar, a caballo, era mejor llevar una escopeta a la espalda. «Cuando yo era pequeño todavia había aquí una pistola para ir a la lonja a por el dinero, por si asaltaban los forajidos». エンリケ・ロペスは 8 年前に生まれました。 «Aun es muy pronto», claro, para saber si cogerá el relevo, por ahora «le gusta jugar con el barro». Pase lo que pase con la empresa おなじみの、sus campanas sonarán en las torres por cientos de años: cada una, con un «uso normal» (¡que es sonar todos los días!), puede funcionar por dos siglos sin despeinarse. Cuenta el artesano que están cambiando campanas que ellos mismos fabricaron allá por el 1800. Rosalía de Castro ya escribía sobre ellas en ‘Cantares gallegos’: «Campanas de Bastabales, / cando vos oio tocar, / mórrome de soidades». Ahora, las campanas que hace también inspiran a otros artistas, como el music Carlos Núñez, que le encargó una y acuudió personalmente a ver el Fundido de su nuevo instrumento. «Esas se valoran mucho, porque son amantes del sonido», termina Enrique López.
