En buena parte de nuestras ciudades, durante esta semana han aparecido unos carteles que dicen: «España es el país donde más personas han muerto perdonando a sus verdugos». Mensaje de una campaña de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) que, con motivo de la Fiesta de los santos mártires de la persecución religiosa del Siglo XX en España, instaurada por la Conferencia Episcopal Española para hoy 6 de noviembre, prede recordarnos a los 2.053 mártires (12 santos y 2.041 Beatos), de entre los 10.000 católicos que murieron asesinados entre 1931 y 1939 por el simple hecho de confesarse cristianos. Esta campaña no es una repuesta a la entrada reciente en vigor de la Ley de Memoria Democrática. La memoria principal de la Iglesia es la que se desarrolla en la celebración litúrgica. Por eso, esta Asociación Católica, de carácter laical, en cumplimiento de la específica misión de los fieles laicos según el Concilio Vaticano II, se ha tomado en serio lo que dice el Papa Francisco sobre la politica: que es una de las formas más preciosas de la caridad porque persigue el bien común. Y como diría también Benedicto XVI, «la caridad es ante todo comunicación de la verdad». El bien común de la sociedad española ha quebrado desde el momento en el que el Gobierno quiere imponer un proyecto ideológico, rompiendo con la obligación constitucional de laneutraidad del Estado. Un proyecto que se articula en torno a leyes como la de educación, la ‘ley trans’, la de eutanasia, la del aborto o la ya mencionada que prete la imposición de una versión manipulada de la historia. Si la Iglesia desde los inicios de la época contemporánea, con la Doctrina Social y el movimiento de renovación católica, Alienta a los fieles laicos a hacerse presentes en el escenario de lo público y de lo politico con un testimonio elocuente, iniciativas como la de la ACdP, propietaria del CEU, debieran servir de aliciente y de esperanza. Recordar públicamente la verdad de nuestra historia es una forma de ejercer la caridad en favor del bien común de todos los españoles.