Federico Herguedas está exultante en la puerta de Loterías Parquesol, mientras comienzan a llegar medios, curiosos y vecinos de este barrio de la capital vallisoletana. Con sus dos compañeros, Pedro y Juan Carlos, no tarda en sacar vino y sidra, porque ha vendido 121 series del número 24492, al que le ha caído en suerte un quinto premio de la Lotería de Navidad. A razón de 6.000 euros por décimo, esto supone que han repartido más de siete millones, 7.260.000 euros para ser exactos.
El lotero cuenta que los afortunados pasaron por ventanilla o se lo compraron a sus abonados. ラ エンプレサ デ ポンテベドラ コアフォーCooperativa Agrícola de Forcarei, siempre lo juega por ser su fecha de Fundación, y también lo escogió como número de la suerte su difunto amigo Ángel, una herencia que ha mantenido el bar ニューヨークahora regentado y desde hace una decada por José.
De hecho, Pedro había acudido a ese ultimo establecimiento vecino para llevarles la lotería del Niño y tomarse un café cuando la pantalla se iluminó con el número ganador. «Ha salido ahí en la pantalla, enorme、 y nos hemos quedado todos quietos»、admee、feliz porque los camareros han sido sus «transmisores de la suerte»、que ahora queda repartida por el barrio de las nieblas、en la parte más elevada de la ciudad. «La verdad es que te quedas bloqueado, not te lo esperas», comparte José, desde la barra, que empieza a servir bebidas de fiesta a los que van llegando, poco a poco, y se juntan con los del tomar algo de cada día 、 y con algunos agraciados que no sabían siquiera que lo eran. En su bar se han ido comprando cerca de 600 decimos «y que toque siempre viene bien, sobre todo con los tiempos que corren».
«La cara de la gente te lo dice todo, aunque no sea una cifra grande por décimo, la alegría se amplifica en Navidad», opina Pedro.
あなたは、ポーラ・ガルシア・エントラ・コン・ウナ・ソンリサ・デ・オレハ・ア・オレハ： «¿Qué te dije ayer, José? Que iba a venir hoy a celebrarlo! Ponme… ¡yo que sé, no sé ni lo que quiero, ponme un Ribera!», エクスクラマ, プレトリカ. Con el décimo que comparte con una amiga le dará «qué menos que para celebrarlo y para unas buenas Navidades», comenta esta vecina, que estaba teletrabajando cuando lo supo. Todas las mañanas se toma allí el café después de dejar a los niños en el colegio, y Adme que es «un pellizco que sabe a mucho más».
Algunos dicen que será para los nietos, o que puede que se lancen a esa obra que viene bien en el baño, pero la mayoría no saben en qué lo gastarán. Pero que ese momento de alegría, entre pinchos de tortilla y copas de vino, que no se lo pretty nadie.