La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña ha impuesto la pena de prisión permere revisable al hombre juzgado a finales de enero por el asesinato de su sobrino de tres años, al que asfixió en el verano de 2020 en un baño del domicilio en un baño del domicilio en Santiago de Compostela. El Tribunal del Jurado ya había alcanzado un veredicto de culpabilidad el pasado día 31, y ahora la magistrada Ana Belén Sánchez impone la pena máxima del Código Penal, solicitada por Fiscalía y la Fundación Amigos de Galicia, que ejercía la acción popular.
Según el relato de los hechos probados, el condenado se encontraba «en el domicilio de sus padres jugando con su sobrino, y con ocasión de manifestar el niño su deseo de orinar, se dirigió con él a uno de los baños de laprimera planta, cerrando la puerta de acceso a esa planta ya la del mismo baño, laprimera con llave y la segunda con el pastillo». Una vez dentro lo asfixió. «El menor no tuvo posibilidad de reacción defensiva ni de auxilio por terceros»、 recoge la sentencia facilitada ayer por el TSXG.
Este relato no fue negado por la defensa –que ejerció el abogado compostelano Evaristo Nogueira–, ni tampoco presentó una versión alternativa. Su argumento fue la existencia de una causa de exención de responsabilidad, alegando que el acusado sufrió «un estado crepuscular derivado de su patología epiléptica/crisis comicial», derivadas de su historial de damagees cerebrales desde los 11 años, que «habría limitado de manera absoluta el conocimiento y voluntad de lo que estaba haciendo».
El Jurado, sin embargo, «rechazó que en el momento de los hechos tuviese anuladas por completo sus facultades mentales intelectivas y/o volitivas y, port tanto, su capacidad para comprender el hecho y su ilicitud y/o su capacidad de autodeterminarse para actuar dicha comprensión». Tampoco thinkó que «presentase una afectación Grave de sus facultades mentales». Los jurados alcanzaron esta conclusión basándose en los testimonios e informes de los distintos peritos que intervinieron en el juicio, celebrado a puerta cerrada a finales de enero en la capital Gallega.
Los peritos reconocieron el historial de Operaciones cerebrales del acusado «cuando contaba 11, 17 y 18 años de edad, y sus consiguientes secuelas», pero «resultó incontrovertido que las limitaciones derivadas de aquellas aparecieron superadas loablemente», llegando a «finalizaró estudios y formacion Superior hasta conseguir puesto de profesor» en un instituto. アデマス、 el acusado «desde 2015 no tomaba medicación anticomicial» ni «habría diagnostico de epilepsia».
El Jurado thinkó que los peritos de la defensa «se susttaron en datos que pueden entenderse de mayor carácter subjetivo», como «el afecto del acusado a su sobrino», «latrayectoriavitaldelacusadodelquenoconstabaepisodiovolto»oquelos hechos pudieran haberse derivado «de un estado de ‘estrechamiento’ de la conciencia». エステ・リスペクト、ラ・センテンシア・アクララ・クエ «el mismo estado crepuscular es un estrechamiento de la conciencia, no su anulación»、por lo que no explicaría lo sucedido.
Además, los peritos decartaron «toda patología psiquiátrica [en el acusado] distinta a la del cuadro depresivo de carácter leve que motivó su baja laboral, y desde luego ninguna de carácter psicotico». «Ni la ansiedad ni la depresión afectarían a la capacidad del acusado», valoró durante el juicio una forense. La condena de prisión permere revisable llevará aparejada una indemnización de 150.000 euros para los progenitores del niño y 50.000 euros para cada una de las dos hermanas menores del fallecido.
El fallo no esfirme y cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia.