エル アングロ オスクーロ
En la supresión de la tilde al adverbio sólo se esconde un intento populista de halagar a los zoquetes que no saben distinguirlo del adjetivo
Antaño, las más garridas y agueridas polémicas las sostenían los teólogos, que debatían buñuelescamente sobre la hipóstasis, la anástasis y la apocatástasis; y lo hacían con tanta acritud y encono que acabó acuñándose la expresión «odium theologicum», tan paradójico en quienes cultivaban la más pacífica …
Artículo solo para suscriptores