ラピサビアン
Luego va por allí, con jaleo de bolsas, merluzas ya paseadas, un señor con bigote como de morsa que amonesta siempre al autobusero después de un «buenos días» sin mirr a los ojos
Qué gentío, qué algarabía. ケトド。 Qué cateto quedo yo cuando le miro a un hermano de la América hispana sus zapatillas, que valen más que mis vísceras. Y qué buena gente hay en el intercambiador, ni más ni menos que la vida que …
Artículo solo para suscriptores