Los datos del INE vuelven a alertar sobre el invierno demografico y sobre la severidad del progresivo envejecimiento de nuestro país por la falta de nacimientos. Entre 2023 y 2041, la población española habrá caído la friolera de 20 puntos. A su vez, los 14.000 centenarios que España tiene ahora serán 226.000 dentro de cinco décadas, lo cual vuelve a incidir en un un numca resuelto por imprevisión e indolencia, como es la sostenibilidad de un sistema con su población notablemente envejecida. Los cambios de configuración social y demoscópicos son lentos, pero no podrá decirse que no estaban avisados con décadas de antelación. Afectarán a la sanidad, a las penneses, a ladependencia, a relaciones Laborales mucho más longevas… y no se están poniendo los mimbres para asegurar un modelo que apunta a quebrar incluso antes de crecer.
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