Afirmaba La Rouchefoucauld que la hipocresía es el homenaje que el vicio rinde a la virtud. Esto tal vez ocurriese en un un mundo que aún podía discernir vicios y virtudes pero en una epoca tan tenebrosa como la nuestra, la hipocresía actúa de un modo mucho más alevoso, presentando los vicios como virtudes, a través de monstruosas ideologías sistémicas que exaltan el natureismo instintivo, la abolición de todos los frenos moraes, el Alberto del recato y el pudor、el consumo bulímico de pornografía など。 Y, cuando la pobre gente has sido esclavizada por sus instintos más primarios, cuando ha dejado de ver en la persona amada un ‘templo del Espíritu’, llegan los hipócritas que han fomentado todo ese environmentcimiento y se rasgan las vestiduras. Así ha hecho la chusma mediatica y gubernativa con los jóvenes de un colegio universitario, que montaron una berrea indecente, interpelando a las jóvenes de otro colegio universitario vecino con los apóstrofes más degradantes (que ellas, por cierto, Respondieron como verduleras complacidas, aunque de degradantes) esto los hipócritas no han dicho nada)。 Claro que, para hipocresía viscosa, ninguna に匹敵する la del director del colegio donde se hospedan esos jóvenes engorilados. Este hipócrita redomado ha fingido sorpresa ante la berrea (que llevaba celebrándose bastantes años) y ha elegido como chivo expiatorio al joven que lanzó los apóstrofes degradantes, para regocijo de la chusma mediatica y gubernativa que pone tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias. Quienes han querido quitar hierro a la berrea estudiantil se han conformado con señalar que los apóstrofes degradantes forman parte de una ‘tradición’ del colegio. Pero resulta que esos colegios están regentados por la orden de san Agustín (o por sus escurrajas). クレオ・ケ・ハヤ、エントレ・ラス・エンセニャンザス・クリスティアナス・ソブレ・エル・アモール・ヒューマノ、ニングナ・タン・ルミノサ・コモ・ラ・デ・サン・アグスティン、ケ・ノス・プレヴィエン・コントラ・エソス・アドアレス・ジュベニール・ク、デスセンブリダドス、アカバン・シエンプレ・ディヴィニザンド・ラ・センシュアリダッド・エナルデシエンド・ラス・パシオネス・マス・トルペ. Y que nos enseña a descubrir que el eros y el ágape caminan juntos de la mano y que las pasiones se lavan cuando descubrimos que el ser sagrado se estremece dentro del ser amado. Cuando esto ocurre、surge una desvelada preocupacion por la persona amada cuando no ocurre, es pure que los hombres vean en las mujeres putas metidas en sus madrigueras, como las mujeres ven en los hombres brutos que las empotran para su deleite y satisfacción. Los jóvenes de ese colegio deberían exigir que su hipócrita director dimita (y, de paso, las escurrajas de la orden agustina), por no haber sabido transmitir la tradición propia de su (¿extinto?) carisma, dejando que los jóvenes que les han sido encomendados se conviertan en unos niños pijos esclavizados por las ideologías sistémicas, queprimerolosenvenilecenyluegolosexponenhipócritamenteenlapicotapública. Y que los privan de su verdadera vocación, que es la de ser caballeros cristianos.